Mayo 2022/
AllPodcast y Roger Iniciativas Audiovisuales han coproducido para Banco Santander un emotivo podcast que recoge el día a día de los refugiados ucranianos acogidos por la entidad y los esfuerzos que se realizan para conseguir que estas personas, obligadas a dejar atrás toda su vida, se sientan como en casa. El podcast, denominado “Un día en el Centro de Refugiados de El Solaruco”, pertenece a la serie “Santander te cuenta”, un ciclo de podcasts en el que profesionales del Grupo Santander y expertos externos debaten sobre temáticas de actualidad y novedades y tendencias del sector de la Banca.
Desde que comenzó la guerra de Ucrania, Banco Santander, en colaboración activa con diferentes ONGs e instituciones, trabaja intensamente para ofrecer toda clase de ayuda ante el mayor éxodo de refugiados de Europa desde la Segunda Guerra Mundial y que, solo en España, ha supuesto la recepción de 134.000 asilados. Su respuesta ante esta crisis humanitaria incluye cuantiosas aportaciones económicas directas, productos bancarios especiales, gestión de donaciones, asignación de becas y financiación de proyectos de atención a la infancia. Estas acciones solidarias le han valido el reconocimiento como “Mejor banco en Responsabilidad Corporativa de Europa Central y Oriental” en los Awards for Excellence 2022, premios que concede la prestigiosa publicación de negocios y finanzas Euromoney.
Una de sus múltiples iniciativas ha sido dar cobijo a 174 ucranianos en régimen de Primera Acogida o de Emergencia, una fase de aproximadamente tres meses de duración en la que se detectan vulnerabilidades y se diseña un itinerario orientado a lograr el mayor grado posible de autonomía e inclusión hasta que se produce la derivación a programas de asilo temporal más prolongados.
Estos refugiados, la gran mayoría mujeres y niños, fueron llegando a España de manera progresiva. El primer grupo aterrizó en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz a mediados del mes de marzo. Entre los desplazados se encontraban 25 menores enfermos de cáncer y otras patologías, acompañados por sus madres y otros familiares. Gracias a la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas, los pequeños han podido retomar los tratamientos médicos interrumpidos por el conflicto bélico. Pocos días después, el segundo contingente se trasladó a territorio español en un vuelo de Iberia fletado por Banco Santander en coordinación con la Embajada de España en Polonia, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones español y distintas ONGs. Un tercer grupo procede del Centro de Atención, Recogida y Derivación de Refugiados Ucranianos de Pozuelo de Alarcón (Madrid).
Los ucranianos se han instalado en la Ciudad Financiera del Santander, ubicada en el municipio madrileño de Boadilla del Monte y que es uno de los mayores campus empresariales del mundo. Se alojan en El Solaruco, un hotel con 200 habitaciones adscrito al Centro de Formación del banco que estaba en desuso desde la irrupción de la pandemia por COVID-19 y que tuvo que ser acondicionado en un tiempo récord de 48 horas para su nueva función.
La corporación financiera atiende sus necesidades cotidianas en estrecha sintonía con la ONG CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) y con el apoyo de casi 300 empleados del Santander que, de manera altruista, dedican su tiempo a las distintas actividades de inserción que se han proyectado para hacer su estancia más grata. “Queremos echar una mano en lo que se pueda, en cualquier cosa”, dicen. En total, la acogida ha supuesto un gasto de más de un millón de euros, asumido por completo por Banco Santander.
AllPodcast y Roger IA se desplazaron hasta la Ciudad Financiera para compartir una jornada con las familias ucranianas y quienes les asisten. Allí pudieron comprobar cómo se organiza el equipo multidisciplinar de CEAR y el personal del banco para favorecer el bienestar de los asilados. “Estamos trabajando muy coordinadamente. Nos reunimos a diario para planificar, revisar incidencias, etcétera. Esto está demostrando que, cuando se quiere, se puede. Y que, cuando cooperamos con las entidades adecuadas, somos capaces de dar unas condiciones muy dignas a estas personas,” explica en el podcast Alba Pérez, directora del Centro de Acogida por parte de CEAR.
La vida en El Solaruco transcurre tranquila, pero en los rostros de todos los refugiados se percibe un crisol de sentimientos: desolación, desconcierto, incertidumbre, nostalgia, miedo al futuro… “Cuando lo ves en los Medios de Comunicación no te imaginas la situación que están viviendo. Cuando compartes un día con ellos comprendes todo lo que han padecido hasta llegar hasta aquí”, cuenta en el podcast Belén Sánchez, directora del Área de Servicios Generales y Seguros Propios del Centro Corporativo de Banco Santander. Las madres se sienten aliviadas por haber podido alejar a sus hijos de las bombas, pero sufren por los esposos, los padres o los hermanos que han quedado bajo el asedio. “Lo están pasando mal. Han dejado allí a sus maridos, en algunos casos, a sus hijos mayores. Hay momentos en que las ves realmente preocupadas, dependiendo de las noticias que llegan desde Ucrania”, matiza Belén.
A pesar de su dramática situación, los refugiados van adaptándose poco a poco a su actual realidad e intentan participar, en la medida de lo posible, en los múltiples eventos ocupacionales, culturales y lúdicos que se están llevando a cabo en El Solaruco. Los adolescentes y jóvenes, además de proseguir su formación en Ucrania a través de internet, tienen a su disposición salas con consolas de videojuegos y extensos programas de ocio al aire libre. Las mamás y papás valoran mucho los conciertos de piano y las sesiones de yoga, que les proporcionan instantes de relajación. A los niños les encantan las clases de baile español y de Tik Tok, y divertirse en la zona de juegos, que está repleta de colchonetas y pelotas y que fue decorada para ellos por la Fundación Juegaterapia.

El espectáculo solidario “Clowns” estuvo patrocinado por Openbank, filial de Banco Santander

Instalaciones de la Escuela Infantil Altamira de la Ciudad Financiera del Santander
Los pequeños disfrutan de excursiones por las inmensas zonas verdes que se reparten a lo largo de los 200.000 m² de la Ciudad Financiera, de visitas al Zoo de Madrid y de diversos espectáculos. Uno de los más destacados ha sido “Clowns”, un show benéfico creado por la empresa de entretenimiento Productores de Sonrisas que reunió en El Solaruco a más de 600 refugiados que pudieron descubrir la esencia del payaso como personaje circense en una función llena de magia, poesía y humor.
Muchos de los niños pasan las mañanas en la Escuela Infantil Altamira, un centro para hijos de trabajadores del banco con capacidad para 500 plazas que está considerado como la guardería corporativa más grande de Europa y que es todo un referente internacional. Al cuidado de educadores infantiles como Marianne García Saunders, unos quince niños ucranianos -entre ellos, dos bebés gemelos de ocho meses- se distraen allí con ejercicios plásticos y juegos sencillos: “Les cuidamos desde el amor. Es un regalo tenerles aquí, poder trabajar con ellos y ver cómo evolucionan, cómo se abren a ti, cómo ya has hecho conexiones y ya te hablan abiertamente”, relata Marianne en el podcast.
Para otros, las cosas son distintas. La rutina de los pequeños afectados por leucemia, linfomas o tumores cerebrales se desarrolla en los hospitales madrileños Niño Jesús, 12 de Octubre, Gregorio Marañón o La Paz, que disponen de informes detallados de cada paciente facilitados por los servicios médicos ucranianos. Para ellos, venir a España ha supuesto mucho más que alejarse de los proyectiles y de los sótanos insalubres en los que muchos subsistían. Ante la imposibilidad de continuar con sus tratamientos, no había otra opción. Era cuestión de vida o muerte.
Con ellos la labor del Santander y CEAR adquiere aún mayores dimensiones. El banco gestiona todos los traslados a los centros sanitarios y CEAR ha puesto a su disposición equipos especializados de traductores, imprescindibles para facilitar una comunicación fluida y cercana entre los padres y los facultativos, y también plantillas de psicólogos que ayudan a estas familias a afrontar el doble drama de la enfermedad y la guerra.
Una de las tareas más importantes que se lleva a cabo en El Solaruco son las clases de español, que se imparten tres veces al día durante hora y media y en las que los refugiados aprenden el vocabulario básico y expresiones útiles para facilitar su integración en nuestro país. “Lo que hacemos es intentar que identifiquen el sonido de la palabra en español con el concepto. Los más jóvenes entienden un poco nuestro idioma, los más mayores, menos”, aclaran en el podcast Marta García y Enrique Pastor Marzal, dos miembros del profesorado, compuesto por voluntarios de la entidad bancaria. Todo el material didáctico se ha adaptado también para niños de entre 3 y 10 años a través de 1.000 fichas para completar y colorear que han sido elaboradas por 70 empleados del banco en colaboración con Cruz Roja.

Belén Sánchez, directora del Área de Servicios Generales y Seguros Propios del Centro Corporativo

Los refugiados reciben clases de español para aprender un vocabulario básico que facilite su integración
Un aspecto que se tiene muy en cuenta es el de la alimentación. Los ucranianos poseen una cultura gastronómica diferente y el Santander ha puesto un gran empeño en amoldarse a sus gustos. Habitualmente, en el menú están presentes los alimentos más comunes de la cocina ucraniana, como puré de patata, pasta, salchichas y arroz, y algunas comidas tradicionales como el Kapusnyak, una sopa elaborada a base de verdura, lacón y cerdo. Pero, a veces, les ofrecen platos típicos de nuestro país, como el cocido madrileño. Además, para facilitar la comunicación, toda la cartelería del área de restauración se ha traducido a su lengua. Por supuesto, se consideran las exigencias de los pacientes oncológicos y de las personas con un régimen alimenticio específico. “CEAR nos está dando un apoyo fundamental. Nos trasladan las particularidades de los usuarios”, apunta María, responsable de Servicio en la Ciudad Financiera.
Aunque se encuentran en un refugio seguro, estos insospechados huéspedes de El Solaruco desean volver cuanto antes a su tierra. Pero, por el momento, deberán seguir allí, amparados, protegidos y queridos. Ahora deben enfrentarse a un enorme reto: empezar de cero. En esta etapa que van a iniciar para lograr una integración más efectiva en España y construir una nueva vida, Banco Santander continuará asistiéndoles buscando viviendas, familias de acogida y, sobre todo, orientándoles en el camino hacia la empleabilidad.
Para ello, a través de Universia, una red global de cooperación universitaria impulsada por el Santander, se han sumado a la iniciativa “Empresas por Ucrania”. Se trata de una plataforma digital creada por la Fundación CEOE en la que se centralizan ofertas fiables, oficiales y verificadas de formación e inserción laboral y a la que ya se han incorporado alrededor de 450 empresas, de todos los tamaños y sectores, y en la que ya se han recibido casi 2.000 vacantes.
Los refugiados de El Solaruco afrontan el futuro en España con optimismo mientras esperan el retorno de la ansiada paz a su país. En sus gestos y en su voz, siempre una palabra: Gracias. Así lo expresa una portavoz en el podcast: “Queremos dar las gracias al Banco Santander por esta oportunidad que nos ha ofrecido a nosotros, los ucranianos, de estar aquí a salvo. Gracias por todo lo que hay aquí, que es realmente maravilloso. Muchas gracias por el recibimiento que nos han dado todos en todas partes. Gracias una vez más”.
Con todo este material, se ha producido un podcast muy conmovedor, que proporciona una imagen cercana de la realidad de los refugiados ucranianos en España y que nos habla de solidaridad y fraternidad. Como destacan desde Banco Santander: “MИP significa PAZ en ucraniano. Es la PAZ que todos queremos. Mientras Ucrania no tenga paz, necesita ayuda”.
Imágenes: Banco Santander.
Puedes escuchar el podcast en:
https://www.santander.com/es/sala-de-comunicacion/notas-de-prensa/2022/05/santander-te-cuenta